Oriana y José se conocieron en 2014. Cuando nació su hija en 2018 decidieron migrar a México. Pero de este país solo conocieron el aeropuerto. Sin explicación alguna fueron deportados. Los regresaron con todas sus maletas y sueños trastocados. Volver a Venezuela no era una opción, y comenzaron a construir su vida en la ciudad colombiana de Medellín. Hasta que llegó la pandemia.